Más de un centenar de niños detenidos en centros de detención administrados por el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) serán liberados a fines de esta semana después de que una jueza federal dictaminó que mantenerlos encerrados eran una amenaza para su salud y bienestar personal.
«Los FRC [centros residenciales familiares] están ‘en llamas’ y no hay más tiempo para medias tintas», escribió la jueza Dolly M. Gee del Tribunal de Distrito de los Estados Unidos para el Distrito Central de California en su orden. «Los profesionales de la salud han advertido todo el tiempo que las personas que viven en entornos congregados son más vulnerables al virus».
El fallo ordena que los niños en dos de los tres centros de detención administrados por ICE, ubicados en Texas y Pennsylvania, deben ser liberados a más tardar el 17 de julio de 2020. La jueza también especificó que los niños deberían ser liberados a «velocidad deliberada», ya sea con sus padres o con el consentimiento de sus padres para ser liberados a «patrocinadores adecuados disponibles u otros entornos no congregados disponibles sin COVID».
La decisión se produce después de meses de quejas de activistas que han citado la pandemia de coronavirus como una gran amenaza para los inmigrantes detenidos. Sin embargo, los defensores y abogados dicen que el fallo no es suficiente para resolver las múltiples deficiencias en el manejo del coronavirus por parte de ICE.
En los últimos meses, ha habido varias quejas contra ICE por su mal manejo de la crisis de salud, incluida la falta de disponibilidad de equipos de protección o medidas de distanciamiento social entre sus detenidos. El mes pasado, los demócratas de la Cámara de Representantes escribieron una carta a la administración Trump pidiendo una explicación de por qué se les dijo a algunos padres inmigrantes que decidieran entre mantener a sus hijos detenidos con ellos o permitirles que sean liberados sin ellos.
«La Administración debe dejar de usar esta crisis de salud pública como un medio para implementar políticas de inmigración ilegales e inhumanas. En estos tiempos extraordinarios, el sufrimiento humano no tiene que agravarse encerrando a las familias o infundiendo miedo en los corazones de los padres migrantes», decía la carta., dirigida al secretario interino de Seguridad Nacional, Chad Wolf, y al director interino de ICE, Matt Albence.
El principal problema con el fallo de la jueza Gee es que solo tiene poder sobre los menores, es decir que los padres no tienen garantía de ser liberados en el corto plazo, lo que los empuja a tomar la decisión de liberar a sus hijos sin sus padres.
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