Midori Nishida intentĆ³ volar desde Hong Kong a Saipan, un territorio de EE. UU., donde creciĆ³ y visitĆ³ regularmente cuando era adulta.
Se sorprendiĆ³ cuando, en noviembre del aƱo pasado, un personal de la aerolĆnea le dijo que le pedirĆan que se hiciera una prueba de embarazo antes de abordar.
En el caso de Nishida, la aerolĆnea declarĆ³ que, en su evaluaciĆ³n inicial de seguridad realizada por el personal de tierra, tenĆa Ā«sospechas razonables sobre la condiciĆ³n de salud de la pasajera … [a quien] se le ha observado que tiene un tamaƱo / forma corporal similar a una mujer embarazadaĀ».
Nishida criticĆ³ la polĆtica sin precedentes y su trato por parte del personal, calificĆ”ndola de Ā«discriminatoriaĀ», y dudĆ³ de la efectividad de dicha polĆtica, escribiendo: Ā«Solo puedo pensar en cĆ³mo serĆ© sospechosa, investigada y humillada antes de poder regresar a un lugar que considero hogar Ā«.
La acciĆ³n del Hong Kong Express Airways en noviembre marcĆ³ las revisiones anticipadas del gobierno federal sobre las regulaciones de inmigraciĆ³n, y el viernes, la AdministraciĆ³n de Trump presentĆ³ cambios relacionados con el Ā«turismo de nacimientoĀ» o la prĆ”ctica de mujeres extranjeras que dan a luz en suelo estadounidense.
La analista del Instituto de PolĆticas de MigraciĆ³n, Sarah Pierce, dijo a KUT 90.5, la estaciĆ³n de radio pĆŗblica nacional de Austin, que la medida es Ā«simbĆ³licaĀ» y dice: Ā«Es la administraciĆ³n tratando de decir que estĆ”n tomando medidas enĆ©rgicas contra el turismo de nacimiento, pero de una manera realmente ineficaz, y de una manera que es muy difĆcil de hacer cumplir Ā«. Ella dice que si los funcionarios realmente quieren frenar el tema del turismo de nacimiento, deberĆan ir tras las empresas de un millĆ³n de dĆ³lares que facilitan paquetes de lujo para extranjeros, como los tres ciudadanos chinos arrestados en 2019 por dirigir un negocio lucrativo de turismo de nacimiento para ciudadanos chinos adinerados que intentan tener a sus hijos nacidos en los EE. UU. Pero, como seƱalĆ³ Pierce en Twitter, los arrestos de 2019 probablemente fueron la primera y Ćŗnica instancia de las autoridades de inmigraciĆ³n en las que tomaron medidas al respecto.
Los turistas biolĆ³gicos y las futuras madres por lo general ingresan a los territorios de EE. UU. Y al mismo EE. UU. con visas B, que se otorgan a visitantes de corto plazo como turistas, viajeros de negocios y aquellos que buscan atenciĆ³n mĆ©dica urgente. La nueva guĆa federal, que altera el Manual de Asuntos Exteriores del Departamento de Estado, estĆ” destinada a los funcionarios consulares e incluye un lenguaje similar:
Ā«Se supone que cualquier solicitante de visa de no inmigrante B que tenga razones para creer que darĆ” a luz durante su estadĆa en los Estados Unidos estĆ” viajando con el propĆ³sito principal de obtener la ciudadanĆa estadounidense para el niƱoĀ», dice la guĆa. Ā«El solicitante puede superar esta presunciĆ³n si encuentra que el objetivo principal del viaje no es obtener la ciudadanĆa estadounidense para un niƱoĀ».
Ā«Este cambio tiene como objetivo abordar los riesgos de seguridad nacional y aplicaciĆ³n de la ley asociados con el turismo de nacimiento, incluida la actividad criminal asociada con este tipo de industriaĀ», dijo un funcionario del Departamento de Estado a Buzzfeed.
Los defensores de la inmigraciĆ³n argumentan que el resultado mĆ”s preocupante es que las mujeres que vienen a los EE. UU. den a luz debido a una necesidad mĆ©dica o circunstancias extremas y potencialmente mortales en su paĆs de origen.
Por ejemplo, los bebĆ©s nacidos de ciudadanos chinos vieron un repunte entre 2010 y 2012 en la pequeƱa cadena de islas, pero la reputaciĆ³n de Saipan como un punto de acceso de Ā«turismo de nacimientoĀ» durante ese perĆodo de tiempo omite una realidad aleccionadora: muchos que buscaron dar a luz allĆ probablemente tratando de evitar la severa retribuciĆ³n de China con respecto a su polĆtica de hijo Ćŗnico, que posteriormente se Ā«relajĆ³Ā» en 2013.
La periodista y ciudadana rusa Kateryna Panova, que dio a luz a su hijo en Florida, argumenta que hay una gran diferencia entre los turistas ricos que buscan aprovecharse y las mujeres embarazadas que terminan dando a luz en los Estados Unidos.
āLas mujeres extranjeras que dan a luz en los Estados Unidos no se sienten orgullosas. Sienten culpa, vergĆ¼enza y, a veces, miedo ā, escribiĆ³ Panova. Y aunque no siente que el tĆ©rmino Ā«bebĆ© anclaĀ» sea insultante, afirma que no es exactamente exacto: es un camino excesivamente costoso y prolongado hacia la ciudadanĆa para la madre y/o parientes. Los niƱos no pueden solicitar la ciudadanĆa de sus padres hasta los 21 aƱos de edad. La mayorĆa ni siquiera se queda en los Estados Unidos, y las personas que buscan la ciudadanĆa tienen la capacidad de obtener acceso a las tarjetas de residencia por mucho menos que el costo de criar a un hijo.
Esta no es la primera vez que la administraciĆ³n ha apuntado a la ciudadanĆa por derecho de nacimiento, que Trump ha llamado Ā«un imĆ”n para la inmigraciĆ³n ilegalĀ». Pero la ciudadanĆa para aquellos nacidos en territorio estadounidense es un derecho consagrado en la Catorceava Enmienda, algo que tomarĆa un Enmienda constitucional, en lugar de una orden ejecutiva, para revocarla.