«Si cree en la atención médica universal, usted cree en la atención médica universal», dijo el gobernador de California, Gavin Newsom.
Mr. Newsom demostró su apoyo de los esfuerzos para expandir los beneficios de atención médica para los inmigrantes indocumentados en el estado, y el 1ero de enero, eso se hizo realidad. Miles de jóvenes indocumentados en California ahora pueden acceder al programa Medicaid del estado.
California ha brindado beneficios de salud a menores de 18 años indocumentados desde 2016. Ahora Medi-Cal se extenderá a adultos jóvenes de bajos ingresos hasta que cumplan 26 años. Los funcionarios aseguraron $ 98 millones para ampliar la cobertura para los 138,000 adultos indocumentados que ahora son elegibles para beneficios de alcance completo bajo Medi-Cal.
Se estima que 2.2 millones de inmigrantes indocumentados viven en California. Los inmigrantes indocumentados en la mayoría de los estados no son elegibles para beneficios de salud federales como Medicaid, a pesar de pagar miles de millones de dólares anualmente. Durante el primer discurso del presidente Trump al Congreso en enero de 2017, se afirmó falsamente que los inmigrantes indocumentados le cuestan al país «miles de millones al año». Pero los números de las agencias gubernamentales muestran una realidad muy diferente: los datos del IRS muestran que los inmigrantes indocumentados pagan miles de millones en impuestos de nómina anualmente. ¿Pero cómo?
En 1996, el IRS creó números de identificación fiscal individual, o ITIN (por sus siglas en inglés), para reemplazar los números de la Seguridad Social para que las personas indocumentadas puedan pagar impuestos. Los ITIN no se utilizan para otorgar el estatus migratorio o la autorización de trabajo, pero los trabajadores indocumentados a menudo los obtienen para brindar informacion en las solicitudes de inmigración y de ciudadanía.
En 2015, más de 4.4 millones de contribuyentes de ITIN pagaron $ 23.6 mil millones en impuestos totales. Esos contribuyentes también ayudaron con más de $ 5.5 mil millones en impuestos de nómina ese año. Los inmigrantes indocumentados, al igual que todos los que reciben un cheque de pago, pagan beneficios federales como Medicaid y el Seguro Social a través de estos impuestos, beneficios a los que ni siquiera pueden acceder sin un Número de Seguro Social. En una revisión del 2013 de los beneficios del Seguro Social, la administración descubrió que los trabajadores indocumentados contribuyeron con la cantidad de $ 13 mil millones en un año, una contribución sustancial a tener en cuenta ya que las preocupaciones sobre la solvencia del programa son importantes para las generaciones futuras.
«Estimamos que las ganancias de los inmigrantes no autorizados resultan en un efecto positivo en el estado financiero de la Seguridad Social en general», dijo el jefe de la Administración de la Seguridad Social, Stephen Goss, sobre el informe.
Los inmigrantes indocumentados son técnicamente elegibles para recibir solo servicios de emergencia a través de Medicaid, pero muchos evitan los hospitales por temor a ICE y la deportación. Y de manera similar sucede con las personas no aseguradas y que tienen ciudadanía, pero no tienen muchos recursos o acceso a la atención médica, ellos renuncian al tratamiento por completo o terminan en salas de emergencia con condiciones críticas, donde los costos se triplican tanto para los servicios individuales como locales y estatales.
A menudo, los inmigrantes indocumentados y las familias que necesitan atención regular para tratamientos como una diálisis renal visitan las salas de emergencia de manera cíclica. La Dra. Lilia Cervantes trató a una mujer indocumentada por diálisis de emergencia en el transcurso de tres años en un hospital de Denver. La mujer decidió suspender el tratamiento debido al estrés que le causó a ella y a su familia. Ella murió poco después.
«Es muy, muy angustiante. No solo vemos el sufrimiento en los pacientes, sino también en sus familias ”, dijo Cervantes a NBC. “Los médicos están agotados física y emocionalmente por este tipo de atención. Prácticamente tuve que tomar una clase de inmigración para entender lo que está pasando. Los médicos simplemente no lo entienden, y no deberíamos tener que hacerlo «.
