Jiménez compara la transmisión por el aire con el humo del cigarrillo: lo suficientemente denso como para permanecer en el aire durante un par de minutos después de exhalar, pero lo suficientemente delgado como para que se propague y disipe fácilmente con algo de viento.
Sin embargo, la transmisión aérea es, con mucho, la forma de transmisión de la que menos se habla cuando se trata de Covid. Jiménez sostiene que la gran razón se remonta a hace más de 100 años, cuando el Dr. Charles Chapin escribió un libro en el que calificó la transmisión aérea como “casi imposible”. Desde entonces, la comunidad científica se ha apresurado a descartar la transmisión por vía aérea, incluso después de que se demostró que la tuberculosis, que durante décadas se pensaba que se transmitía a través de gotitas, de hecho solo se podía transmitir a través de aerosoles.
Por qué Comprender las Transmisiones Puede Marcar la Diferencia
Debido al escepticismo de la comunidad científica cuando se trata de la transmisión aérea, no se han establecido muchas barreras para prevenirla. Si bien nunca está de más implementar medidas para combatir los otros tipos de transmisión, ignorar la transmisión aérea podría evitar un aplanamiento completo de la curva.
Por ejemplo, si bien lavarse las manos es una buena medida contra la transmisión, el estudio de un esfuerzo nacional de lavado de manos intensivo en el Reino Unido reveló que el programa solo condujo a una reducción del 16% de transmisión en el país. Es por esta razón que prevenir todo tipo de transmisiones es crucial para detener finalmente la propagación de Covid-19.
Qué Hacer Para Seguir Adelante
Jiménez sostiene que las pautas anteriores de los CDC y la OMS siguen siendo útiles. Eso incluye lavarse las manos, mantener una distancia de al menos seis pies y, lo más importante, usar una máscara. Sin embargo, agrega que no es suficiente.
Con el fin de luchar contra la transmisión aérea, propone una nueva serie de recomendaciones: Evitar aglomeraciones, espacios cerrados, poca ventilación, aproximaciones,larga duración, hablar/ cantar/ gritar sin máscara, por sus siglas en inglés “Civic Duty”.
Si bien estar al aire libre no protegerá a las personas al cien por cien, facilitará que el virus se disipe con el viento. Volviendo a la alegoría del tabaquismo, si estás en una habitación con una persona que fuma, es más probable que inhales humo tú mismo que si estás en un parque o un espacio al aire libre. Hablar, cantar y especialmente gritar producen una gran cantidad de aerosol. Hacerlo a una distancia segura entre sí puede marcar la diferencia en el mundo.
Jiménez sugiere que las escuelas deberían seguir el ejemplo de lo que hicieron las escuelas para evitar la propagación de la tuberculosis hace un siglo. Sugiere tener clases al aire libre y armar carpas para compensar las aulas. Cuando estar al aire libre no es una opción, advierte que se debe considerar la ventilación. Sugiere abrir las ventanas y reemplazar los viejos sistemas de ventilación en casa.
Finalmente, se recomienda encarecidamente el uso de mascarillas, sin embargo, Jiménez advierte que una mascarilla holgada puede no ser tan efectiva, por lo que es importante usar la mascarilla correctamente.
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