Las universidades se defienden
A la luz de este anuncio, muchas universidades y organizaciones unieron fuerzas para demandar a ICE por la restricción. Las primeras universidades en actuar fueron Harvard y MIT, quienes presentaron una demanda para evitar que la administración Trump despoje a los estudiantes internacionales de sus visas. Después de eso, más de cien colegios y universidades respaldaron la demanda.
«La decisión de ICE muestra un desprecio insensible por los estudiantes, que se verían obligados a regresar a las aulas abarrotadas, y la facultad, en particular la facultad mayor a la que COVID-19 representa un mayor riesgo, se consigna al mismo destino», dice la demanda. «Y forzar tal reapertura cuando ni los estudiantes ni las universidades tienen tiempo suficiente para reaccionar o abordar los riesgos adicionales para la salud y la seguridad de sus comunidades crea caos y solo aumenta el riesgo de propagar el virus COVID-19».
La demanda también señaló que para aprobar una ley, el gobierno debe proporcionar una «explicación razonada» de sus acciones, así como considerar el impacto que causaría a las partes afectadas. Según el informe, la directiva de ICE «falla en [ese] requisito básico».
La Universidad de California presentó una demanda contra ICE por las mismas razones. En ella, argumentan que incluso si sus estudiantes pudieran regresar a su país de origen, potencialmente enfrentarían entornos volátiles como guerras civiles y crisis humanitarias que harían que el estudio sea prácticamente imposible, dependiendo de dónde sean.
«Bajo cualquier circunstancia, la manera y la rapidez con la que ICE anunció e intenta implementar su nueva política sería impactante en un sistema que defiende el estado de derecho y la opinión pública sobre las reglas de la agencia antes de que finalicen», argumenta la demanda. «El hecho de que la situación se presente en el contexto de un empeoramiento de la crisis de salud pública en este país lo hace no solo ilegal, sino también cruel y peligroso».
Actualmente, hay más de 1 millón de estudiantes internacionales en los EE. UU., y según NAFSA, estos estudiantes contribuyeron con un promedio de $ 41 mil millones a la economía de los EE. UU. y apoyaron 458,290 empleos durante el año académico 2018-2019. Además, el 62% de los estudiantes internacionales pagan su propia educación, ya sea de su bolsillo o mediante préstamos del gobierno extranjero. Los estudiantes internacionales también contribuyen en gran medida a los campos de la ciencia y la tecnología en el país.
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